viernes, 2 de julio de 2010

YO QUIERO HACER TU VOLUNTAD, SEÑOR

Hay una canción de adoración, muy hermosa, que tiene este predicamento: yo quiero hacer tu voluntad, Señor. ES muy hermosa, la estoy escuchando ahora mismo.
Algo me hizo preguntarme: ¿porqué quiero hacer la voluntad de Dios?



Yo sé que muchos amigos creyentes quieren responder a ésta pregunta con un rotundo "por amor". Pero entonces me pregunto: ¿cómo saben que aman a Dios?
Nos hemos estado convenciendo a nosotros mismos del amor que le tenemos a Dios, y del amor que Dios nos tiene. Pero realmente no encuentro motivos para un desbordante optimismo.
Si ahondamos en nuestras convicciones, pero como si no fuéramos nosotros mismos, encontraremos que:

1. Amamos a Dios porque Él es el origen, el padre de todos, el creador del universo.
Bueno, ¿quién no está tentado a amar a alguien así? al menos es mejor cuidarte de no importunarlo, pues si te conviertes en enemigo del Jefe, puede que decida prescindir de ti. ¿quien se pone a pelear con el jefe, si no desea quedarse sin empleo?

2.Amamos a Dios porque Dios es el vencedor.
Aha. En el hipotético caso de que nos hayamos puesto a cuestionar la existencia de un único Dios (la misma Biblia parece sugerir la idea de varios dioses), hemos sido enseñados o adoctrinados en el sentido de que adoramos al Dios vencedor, al que tiene el gobierno, al Dios de dioses. Otra vez, lo amamos porque no nos conviene otra cosa. y si Dios perdiera una batalla o la Guerra, ¿lo seguriamos amando? ¡CLARO QUE NO! je, je, para un cristiano regular, sería obvio que quien está del lado del perdedor está con el dios falso, porque el Dios Verdadero ¡SIEMPRE GANA!


3. Amamos a Dios porque Él nos ama y nos redime.
Esto es realmente hermoso, pero sigue siendo utilitario. Me explico: el amor a Dios se basa en nuestras necesidades; necesidad de perdón, necesidad de redención, necesidad de salvación, necesidad de curación, etc. ¿y si no necesitáramos nada de Dios? ¿lo seguiríamos amando?.

4. Amamos a Dios porque él nos hace vivir bien.
Otra vez un Dios utilitario, que parece más bien una creación del hombre, que viceversa. Me explico: estoy enfermo, acudo a Dios, él me sana. Estoy sin empleo: acudo a Dios, él me ayuda a conseguir uno. Estoy sin dinero: Dios es el dueño de todo el oro del mundo. ¿cómo no voy a amar a un Dios así? pero... si no necesitara nada de Dios, ¿le seguiría amando?

5. Amamos a Dios por que Él es poderoso.
Este concepto está tan profundamente arraigado en nuestro inconsciente, que cuesta trabajo desprenderlo para analizarlo de manera independiente. Cuando tu lees, y crees, que el polvo de la tierra cabe en la palma de la mano de Dios, puedes hacerte a una escasa e inexacta comparación de la naturaleza infinita de Dios. Comparados con semejante majestad, Dios nos inspira respeto y temor, mucho temor. Nos arrodillamos, nos tendemos en el suelo. Decir que nos humillamos más es imposible, darte cuenta de la magnificencia de Dios es la máxima humillación posible. Frente a esta inefable comparación, admitimos que lo amamos más como un reconocimeinto a su grandeza que como auténtico amor. Espero no pronunciar una herejía, ni ofender a personas sensibles al tema, pero hagamos el siguiente ejercicio mental: ¿y si Dios y el hombre fuesen de igual tamaño? ¿si conocieras a Dios, lo vieras en un trono al alcance de tu mano? Bueno, admito que hay a quienes el amor les quedaría intacto, pero les aseguro que a muchos otros no, porque no serían capaces de reconocer por Dios a alguien semejante a éllos, por lo tanto, el amor que creían tener se desvanece.

Lo que quiero resaltar en ésta meditación es que: amamos a Dios por que es Dios, y porque nos beneficia.

Como no sabemos a ciencia cierta lo que es ser Dios, realmente ignoramos porqué amamos a Dios. Y por otro lado, si Dios dejara de beneficiarnos (o si descubriéramos que no lo necesitamos para nada) no lo seguiríamos amando tal y como decimos que lo hacemos. El amor que más cerca podríamos manifestarle sería como el amor que se le tiene a un padre, pero a un buen padre.

¿Cómo podemos examinar nuestro amor por Dios?
Imagínate que Dios pierde todo su poder y gobierno. Si, eso, que pierde tooodo su poder, y que pierde tooodo su gobierno. Imagínate que queda sólo Él, sentado en un trono, o en una silla muy hermosa, pero desalojado de toda su majestad, brillo, hermosura. Imagínate que por casualidad tu estas allí, y está a punto de llegar el otro, envuelto o rodeado de ángeles, dispuesto a consumir la persona de Dios (de alguna forma, van a acabar con Él), y a consolidar su gobierno. Es decir, estas presenciando la posesión de un nuevo Dios. Y no hay nadie de su lado, todos se han pasado del lado del nuevo Dios.
...
Argumenta porqué razón te quedas de lado de Dios, y mueres junto con Él.

2 comentarios:

  1. Muy interesante tu publicacion, para reflexionar... Pero por alguna razon percibo perversidad en tu comentario. En primer lugar quiero decirte que nosotros (los que amamos a Dios y lo seguimos) no elegimos a Dios, por el contrario El nos eligio a nosotros (Juan 15:16) En segundo lugar Dios envio a Jesus al mundo para redimir a la humanidad porque despues que el pecado entro en el mundo el Hombre ni siquiera se acordo de Dios. Nos ibamos derecho al infierno y a la condenacion eterna.(Juan 3:16) Esto quiere decir que el hombre necesita de Dios, un Dios que como vos supones nunca podria ser acabado. Un Dios que no tiene principio ni fin. Un Dios que nos amo primero, de tal manera que nos dio el sacrificio en esa cruz. Y ese sacrificio no significo "solo" la redencion eterna y la salvacion sino que nos hizo coherederos juntamente con El y con El todas las cosas. Salud Trabajo Paz entre tantas otras.
    Estoy en condiciones de decirte, despues de toda mi experiencia con Dios, de conocer su amor, de percibir su presencia y sus bondades. Que AMO a Dios porque El me amo Primero, de lo contrario por mas que me diera todas las cosas por mas que El es todopoderoso si no acepto su amor, sino reconosco mi necesidad ante El no podria amarlo. Dios es AMOR y solo el que lo conoce puede AMAR de verdad!!!!! no solo a Dios sino a cualquiera... que seas bendecido!!! PAZ!

    ResponderEliminar
  2. Muy bien. Paola ha dicho muy bien: "...si no reconozco mi necesidad ante El no podría amarlo". Me pregunto, y... ¿si no tuviera ninguna necesidad de Él? sólo hago el imaginario, no me malinterpreten: ¿Y si fuéramos como Dios? ¿Existe la probabilidad de que no le amáramos entonces? Paola lo ha dicho bien: le amamos porque Él nos amó primero, ya que nosotros estamos en indefensión, y le necesitamos. Le amamos porque vió nuestra necesidad y Él vino a nosotros. Eso habla BIEN de Dios, pero no habla bien de nosotros, ¿entiendes? amamos a Dios por nuestra necesidad. Amamos a Dios por nuestra debilidad, por nuestras carencias. Entonces Dios debe prevenirse de no hacernos fuertes ni independientes, para que no le dejemos de amar. O para que esa probabilidad sea inexistente. Paola, espero tu respuesta.

    ResponderEliminar