martes, 4 de mayo de 2010

¿PARA QUÉ QUEREMOS IR AL CIELO?

Ayer me estaba preguntando este asunto. ¿Qué es el cielo?
Palabras más, palabras menos, siempre terminamos definiéndolo como un sitio en donde no existen los problemas.
Medítalo.
En un principio me negué a aceptarlo, pero es así. El cielo para los sufridos esclavos es un lugar donde no hay esclavitud: ni del trabajo, ni de los vicios, ni del sexo ni del juego...
El cielo para los hambrientos es un lugar donde no van a tener hambre, sea ya porque el alimento estará al alcance de la mano (han visto esas hermosas ilustraciones de los Testigos de JHV? que apropósito colocan el cielo en la tierra), o porque ya no existirá el hambre, es decir, no necesitaremos de alimentos. Qué contrariedad, tampoco serviorá de nada entonces el sentido del gusto con el que nos gusta pecar dse gula..
Ah, pero tampoco existirán los pecados en el cielo. Sino, ¿qué gracia?
Como no existirán los pecados, se acabarán los problemas legales, las multas, los comparendos, las penas, las cárceles (imagínense, ¿una sociedad sin cárceles?).
En fin, el cielo acabará con nuestros problemas.
¿Qué haremos en el cielo?
Es una pegunta de difícil respuesta. Algunos dirán: DE TODO! (los optimistas) pero vayamos descartando algunas de las mundanales cosas que hacemos acá:
NO HABRÁ ÁNIMO DE LUCRO. ¿para qué querrás las riquezas cuando todos son ricos?
NO HABRÁ HAMBRE. Por lo tanto, sacamos de un tajo las empresas alimenticias, las granjas, los sacrificaderos de animales, etc.
NO HABRA NECESIDADES FÍSICAS (incluido el sexo) El que crea lo contrario, debe leer mejor lo que dijo Jesús. Por eso, no habrá bares, ni discotecas, ni sitios web de porno, ni gimnasios, ni productos embellecedores... el 80% de la publicidad se evaporaría! Tampoco habría publicistas (con eso de que tampoco se podrían decir mentiras, terminamos con el otro 20% de la publicidad)
NO HABRÁN ENFERMEDADES FISICAS NI MENTALES NI MUERTE: tampoco médic@s, enfermer@s, centros de salud, gimnmasios, terapistas, psicólogos, psiquiatras, vendedores de seguros, sistemas de salud, etcétera etcétera.

En fin... la lista puede ser muy larga. ¿qué carrixzos podremos hacer en el Cielo?
SI NO HAY PROBLEMAS NI NECESIDADES?
Uno puede vivir así un tiempo, pero luego... LA VIDA ETERNA... ¿aguantaremos tanto?
Se me ocurre que, a pesar de todo, sigue existiendo un problema:
El problema del conocimiento. Es decir, llegar al cielo debe ser una excitante experiencia para un espíritu inquisitivo: ¿de qué esta hecho? ¿cómo se manifiesta la vida espiritual? ¿cómo se logra evitar la muerte? ¿en qué lugar del espacio-tiempo se encuentra el cielo? ¿existen otros seres vivos? ¿cuál es nuestro origen? ¿seguiremos evolucionando? ¿hacia dónde evolucionaremos?
El conocimiento, las ganas de saberlo todo, se volverá nuestra necesidad. La ambición entonces será saber cómo es el creador... saber tanto como Él, y si tenemos la eternidad para conseguirlo ¿quien detendrá al Espíritu Humano?

También se me ocurre otra alternativa: el entretenimiento.
¿nos la pasaremos en el cielo jugando a no estar en el cielo? imagínense que, para evitar el aburrimiento, nos la pasemos haciendo "realidades virtuales" para jugar en ellas, recreando los problemas de la tierra.

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