lunes, 18 de abril de 2011

EL PEOR PELIGRO

A veces nos convencemos a nosotros mismos de que estamos del lado correcto.
Vamos a una iglesia, hacemos cosas "buenas", ayudamos a los demás...

A veces nos dejamos insuflar espíritu del santo, y creemos que tenemos el derecho de ser elegidos para el rapto, la salvación, la transformación, o lo que fuere que sea que implique nuestro traslado al supermundo divino, con credencial de dioses. (ni siquiera los griegos tuvieron unas pretensiones tan altas).

Es peligroso que pensemos que somos la generación correcta, cuando todo a nuestro alrededor parece indicar lo contrario: Intolerancias, racismos, agotamiento de los recursos naturales, egoísmo, explotación del ser humano, etc.

Lo más peligroso de todo son las religiones: sin importar el pasado ni las consecuencias de sus nefastos actos, andan por ahí traficando salvación y perdón sin límites y convirtiendo en dioses a personas de la más dudosa reputación, con sólo recitar sencillas fórmulas de salvación.

Pero el peor peligro son esas personas, que destruían el mundo, quienes luego de ser convertidas a sus nuevas religiones siguen destruyéndolo igual, pero desde su nueva categoría de santos.

Si el mundo es mucho más religioso ahora que antes ¿no debería ser un mejor mundo?

DIOS

"Dios" es una palabra.
Ni siquiera es tan especial o sagrada como algunos pretenden interpretar, pues es un nombre común.
Proviene del vocablo griego "Zeus", que designaba a un "dios" pagano.

Una palabra es un símbolo, algo que pretende representar otra cosa. Y si Dios existe, no puede ser representado con nada, a riesgo de que la representación sea falsa.

Por otro lado, si Dios puede ser representado de alguna manera, entonces puede ser comprendido.

Si Dios puede ser comprendido, quiere decir que la mente humana (que es la que comprendería a Dios)es suficiente para contenerlo. Los límites de Dios cabrían en la mente, por lo tanto, Dios podría ser una creación mental.

Si Dios no puede ser comprendido por palabras, ¿por qué entonces sólo lo conocemos a través de ella?
Sin embargo, parece ser que Conocer a Dios no es lo mismo que Comprenderlo.

O, quizás, nunca lo hemos conocido, y sin embargo nos jactamos de que lo hemos hecho.

¿Porqué haríamos eso?